PRESENTACIÓN

He elegido el nombre de Giordano Bruno para mi blog porque este científico, a pesar de haber muerto en la hoguera por la ciencia, me da la sensación de que a veces está un poco olvidado y es por ello que le tengo especial cariño. En este blog quiero compartir con vosotros curiosidades de la ciencia: cómo Galileo contaba el tiempo con exactitud a pesar de no existir cronómetros en su tiempo, por qué los físicos actuales buscan partículas que no han visto pero están convencidos de que existen o, simplemente, inventos o descubrimientos de la historia. Espero que lo disfrutéis tanto como yo al escribirlo.

lunes, 28 de octubre de 2013

LA FOCA SEGÚN PLINIO


 

Estos lindos animalitos eran nombrados como "terneros de mar" según los textos de Plinio el Viejo. Con toda probabilidad, se trata de la foca monje, que hasta no hace mucho, era bastante común en las aguas mediterráneas. 

"Los terneros de mar, a los que llaman focas, respiran y duermen en tierra"
Plinio el Viejo.
 Historia Natural IX. 19


"[el ternero de mar] Este pare en tierra y expulsa la placenta, como los cuadrúpedos. En el acoplamiento se queda pegado, a la manera de los perros; algunas veces pare más de dos cachorros y los cría sus pechos. No los saca al mar antes de doce días y a partir de ese momento los lleva frecuentemente, para acostumbrarlos. Es difícil matarlos, a no ser que  se les aplaste la cabeza. Emiten un sonido similar a un mugido, de donde el nombre de terneros; no obstante aceptan la disciplina y las órdenes verbales, y saludan al público cuando se las manda; al llamarlos por su nombre responden con gruñidos inarticulados. Ningún animal tiene el sueño más pesado. Se arrastran por tierra, en lugar de pies, con las aletas que utilizaban en el mar. Cuentan que sus pieles, incluso cuando han sido arrancadas del cuerpo, retienen la sensación del mar y se erizan al retirarse la marea; que, demás, su aleta derecha tiene un poder soporífero, y que, colocada bajo la cabeza, atrae el sueño."
Historia Natural IX. 41 - 42.

viernes, 11 de octubre de 2013

¿POR QUÉ NOS DA TANTA PENA CORTAR CEBOLLA?


 
Un hecho tan cotidiano como cortar cebolla se puede convertir en un drama haciéndonos derramar todo un mar de lágrimas, ¿de verdad nos da tanta pena cortar a la pobre cebolla?
 
En realidad el motivo por el que lloramos al cortar cebolla es bastante sencillo, aunque fue descubierto hace relativamente poco, en 2002. Fue el investigador japonés Shinsuke Imai quien consiguió descifrar la cascada de reacciones químicas que se desencadena cuando cortamos esta omnipresente compañera en la cocina.
 
Al cortar la cebolla rompemos multitud de células que liberan una gran variedad de sustancias. Entre estas sustancias se encuentra una enzima que desencadena una serie de reacciones químicas que son las causante de la sustancia volátil que nos provoca el llanto. Esta sustancia es el Sin-Propantial-S-óxido, es  rica en azufre e impregna el ambiente llegando hasta el ojo con facilidad.
 
Como otras sustancias ricas en azufre, tiene un elevado poder de combinación con el agua, lo que le permite la formación de ácidos como el ácido sulfúrico, ácido sulfuroso, etc., que son altamente corrosivos.
 
 
 
Cuando el aire impregnado de esta sustancia alcanza el ojo, se combina con las lágrimas, cuyo componente principal es el agua, y esto produce la formación de los ácidos que irrita los ojos. Este es el motivo por el cual cuando empezamos a llorar, el escozor de los ojos aumenta.
 
Para eliminar el agente extraño que produce el escozor (los ácidos de azufre), el lagrimal produce más lágrimas que poco a poco van diluyendo el ácido. Esto es lo que hace que lloremos como magdalenas hasta que pasa un tiempo prudencial.
 
¿Cómo podemos evitar la llorera? Lo mejor es mojar la cebolla para que esta serie de reacciones se produzcan en el propio alimento y no en nuestros queridos ojos.
 
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